TRANSFORMERS O CÓMO DESTRUIR UNA CIUDAD

El pasado día 20 Dreamworks i Paramount Pictures, junto al Sitges Festival Internacional de Cinema de Catalunya, invitaron a unos cuantos espectadores a ver la premier de TRANSFORMERS, la película dirigida por Michael Bay. Se proyectó en el Audirori del hotel Melià, sede de incontables convenciones y, como no, de estrenos cinematográficos del mismo festival.

La invitación decía que el Sr. Bay y algunos protagonistas estarían presentes, pero el director del festival, Àngel Sala, tuvo que disculpar a los norteamericanos (entre coñas futbolísticas y autobombo festivalero) porque habían preferido estar en Madrid. Así que aparte de la decepción inicial y algunos fallos técnicos (Sala tuvo que presentar la peli a grito pelado por falta de conexión de sonido) se apagaron las luces de la sala.

Y empezó el espectáculo.

La película, sin llegar a ser una ñoñería de hollywood, sabe combinar el humor y el hilo principal de la historia, con momentos álgidos de espectáculo digital haciendo saltar coches, helicópteros, tanques, autobuses, asafalto y edificios. Un trabajo impecable dela Industrial Light Magic. Y no falta, por supuesto, el sello de la casa, con travellings circulares sobre los protagonistas.

Lo malo: Poca definición en las tomas nocturnas, algunos cabos sueltos en los roles de Autobots y Decepticons, una táctica militar norteamericana pésima (yo procuraría alejar los robots de una ciudad poblada) y un sobreactuado John Turturro al que sólo le faltaba enseñar el culo.

A grosso modo el film se deja ver, aunque en algunas ocasiones puedes perderte entre tanto meka y soldadito norteamericano. En mi opinión el resultado pordía mejorarse, pero la resolución, aunque algo precipitada, te deja satisfecho. Un trabajo notable en cuanto a dirección, pero un sufi para los actores.

De todas formas, creo que es una película que debe verse en el cine para poder disfrutar del esplendor de estos robots que tanto nos encandilaron de jóvenes.

Raúl Miro.